Durante el 2020 UTMIDES realizó más de 250 entregas de alimentos a ollas y merenderos en 13 departamentos del país1, en un año marcado por la emergencia sanitaria, sus repercusiones sociales y las movilizaciones en defensa de los puestos de trabajo y la continuidad de las políticas desarrolladas por el MIDES ante las medidas de ajuste del gobierno. Grupos de vecines, sindicatos y redes de ollas fueron nuestros interlocutores en este tiempo, conociendo de cerca diversas experiencias organizativas que emergieron solidariamente para sostener la vida frente a la pandemia2. Esto fue posible por el mandato de la asamblea, implementándose luego mediante un grupo de afiladas y afiliados convocados en torno a esta iniciativa, que se encontraron militando desde distintos lugares del país haciendo ejercicio de un pensamiento y acción que permitió conectar con la potencia de lo colectivo de forma descentralizada.
La creación del “grupo ollas” canalizó el trabajo operativo, recepcionando solicitudes de apoyo, comunicándose con las ollas y merenderos para conocer sus necesidades y modalidades de funcionamiento, sistematizando la información, definiendo las donaciones mensuales, realizando los pedidos de alimentos, preparando los repartos y haciendo la distribución en los barrios. Este trabajo militante se mantuvo durante todo el año, efectuando 9 donaciones de alimentos entre marzo y diciembre, con un promedio mensual de 11 ollas en Montevideo y 20 entre los demás departamentos del país. Si bien la entrega de alimentos ha sido el motivo central de esta propuesta, también se realizaron campañas de recolección de ropa y juguetes que fueron repartidos entre las ollas y merenderos.
Surgieron además otras propuestas como apoyar con ropa de abrigo a personas privadas de libertad en conjunto con trabajadoras de ASSE e INR, promover la realización de huertas comunitarias en articulación con la Universidad de la República, vincularse con la Coordinadora de redes de ollas en Montevideo, realizar un conversatorio sobre el derecho a la alimentación y las políticas del Estado, relanzar la comisión de Derechos Humanos en el sindicato, tomando en cuenta el acumulado de experiencias anteriores en UTMIDES, PIT CNT y otros gremios1. Estas propuestas no prosperaron por distintos motivos, pero dieron cabida a un interés firme por la problematización de la emergencia alimentaria en el contexto de una crisis socio económica que afecta con mayor impacto a los más vulnerables, resaltando la responsabilidad del MIDES en las respuestas insuficientes ofrecidas desde el Estado. En este sentido nos proponemos que la existencia del “grupo ollas” sea una oportunidad fermental para politizar el acto de donar en su poder de recrear lo social, cooperando en la transformación de una realidad injusta y desigual que precariza la vida de los sujetos subalternos.
Este año ya recibimos el aval de la directiva para continuar con el apoyo a las ollas y merenderos que se encuentran con mayores dificultades para seguir atendiendo la demanda creciente de personas alimentándose en esos lugares. Recién estamos convocando la primera reunión entre quienes venimos participando pero precisamos contar con el involucramiento de otros afiliadas y afiliados con ganas de sumarse a la iniciativa2. La apuesta es continuar con la implementación de la operativa en todo el país pero también discutir cómo podemos ir tomando posicionamiento en temas tan acuciantes para la materialización de los derechos humanos, tejiendo lazos con actores sociales y organizaciones populares desde abajo, haciendo nuestras sus consignas.